El postulado es la segunda etapa inicial, donde continúa el proceso de estructuración a nivel humano, psicológico y religioso iniciado en la etapa anterior. Esta etapa se orienta a que la joven confirme su opción por la vida consagrada y se prepare para comenzar su Noviciado. En este tiempo la Congregación debe llegar a conocer suficientemente a la Joven, su familia y el ambiente en el que ha vivido.
En este tiempo, la postulante se va a enfrentar a decisiones que van a confirmar su llamada: aceptación y asimilación progresiva de nuevos valores, rupturas graduales, adaptación al nuevo estilo de vida, todo ello en el seno de la comunidad del postulantado para conocer desde dentro del Carisma Congregacional.
El postulado es la segunda etapa inicial, donde continúa el proceso de estructuración a nivel humano, psicológico y religioso iniciado en la etapa anterior. Esta etapa se orienta a que la joven confirme su opción por la vida consagrada y se prepare para comenzar su Noviciado. En este tiempo la Congregación debe llegar a conocer suficientemente a la Joven, su familia y el ambiente en el que ha vivido.
En este tiempo, la postulante se va a enfrentar a decisiones que van a confirmar su llamada: aceptación y asimilación progresiva de nuevos valores, rupturas graduales, adaptación al nuevo estilo de vida, todo ello en el seno de la comunidad del postulantado para conocer desde dentro del Carisma Congregacional.
En esta etapa se sigue profundizando en el conocimiento de la idoneidad de la Joven; y ella en el conocimiento personal, sanación de posibles heridas del pasado, de su carácter… para lo cual se ha de usar los medios necesarios. Se ahondará en el conocimiento del Instituto y de la llamada con sus motivaciones (rectitud de intención y posibles condicionamientos, entre otros).
Es también, una época de preparación para iniciar la vida religiosa con una formación integral, acompañamiento y atento discernimiento a la vocación, el tiempo de duración del postulantado es de uno a dos años.