Los Ejercicios Espirituales hechos y vividos, nos hacen mirar la vida diferente
Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio son la base de nuestro carisma y espiritualidad, y a la vez, escuela de oración y discernimiento. Los Ejercicios nos abren el camino para que penetremos más íntimamente en el misterio de la salvación y para que crezca en las personas el deseo de amar y servir al Señor cada día con mayor intensidad.
Los Ejercicios hechos y vividos son la experiencia fundamental que alimenta y sostiene la vida de quienes lo practiquen. Por tanto, nos mueve el deseo de que cada vez sean más las personas que puedan tener un encuentro personal y profundo con Dios a través de esta experiencia que transforma la vida.
“La Congregación nos supone formadas por los Ejercicios y verdaderamente probadas en ellos, personas que se renuevan constantemente en las disposiciones que los mismos exigen. Para nosotras, la experiencia de los Ejercicios no se puede suplir con nada. De la esencia de los Ejercicios brota el impulso del ‘más’ que excluirá de nosotras toda mediocridad y nos llevará a elegir lo que más conduzca al fin de nuestra vocación”. (Const. 9)
Es la base del carisma que el Padre Fundador recibió de Dios, está la experiencia de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. En las Constituciones del Instituto, se expresa con mucha claridad esta centralidad:
“El Instituto de Esclavas de Cristo Rey fue fundado por el sacerdote D. Pedro Legaria Armendáriz en 1928, que lo concibió como una obra que, mediante la práctica de los Ejercicios Espirituales, según el método de San Ignacio, podría dar mucha gloria a Dios y salvar muchas almas”
Pedro Legaria considera los Ejercicios Espirituales, hechos y vividos, como pieza insustituible de una vida cristiana plena. Llega a este convencimiento a partir de su propia experiencia personal: “El Párroco de Murchante había observado que sus mejores feligreses eran los que habían hecho los Santos Ejercicios en la Parroquia”
Los Ejercicios Espirituales tienen un efecto integrador y sanador, el Espíritu nos urge para sembrar libertad, luz y gracia. Por eso necesitamos prepararnos, estar abiertas y atentas a los procesos que viven las personas y lanzarnos más a esta tarea apasionante de acompañar Ejercicios.
Las Esclavas de Cristo Rey queremos ayudar a las personas en su camino espiritual, por eso seguimos cuidando y haciendo crecer este gran regalo de Dios a su Iglesia que son los Ejercicios Espirituales y nuestro carisma; toda nuestra vida es una entrega para hacer posible que las personas puedan mirar la vida diferente. Deseamos profundamente ayudar a cada persona con la que nos encontramos a despertar a esa vida en el Espíritu, que provoca también un crecimiento de lo mejor de cada persona… Estamos convencidas que es una experiencia siempre actual, ya que Dios siempre acontece en el corazón del hombre y su historia concreta.